Internacional

26/10/2004 19:37
MALAS NOTICIAS PARA CARTER
por Roberto Jimenez

Hoy fui a ejercer mi derecho al voto en Miami, Florida, junto a mi esposa. Especificamente en la Biblioteca Regional de South Dade, cerca de nuestra casa en Westchester.

Comienzo por decir que la cola para votar era inmensa y durante todo el tiempo que estuvimos esperando y al salir luego de votar, esa cola se mantuvo asi, renovandose constantemente.... Es decir, que el pueblo esta saliendo a votar masivamente en este periodo previo al dia oficial de la eleccion.

Desde los edificios donde vivo, adyacentes a dicha biblioteca puedo ver diariamente sus predios cuando salgo a mi diaria caminata, y siempre veo el mismo parqueo repleto y el mismo movimiento de personas yendo hacia y saliendo de la biblioteca desde que comenzo este periodo de votacion previa al dia oficialmente señalado para las elecciones.

Yendo al grano. Por mi condicion fisica, producto de un "estroke", tan pronto nos presentamos a la puerta nos condujeron amablemente a traves de un recorrido diferente a los demas, mas corto y con la opcion de esperar sentados hasta que nos llegara el momento de acudir al local donde se encontraban las maquinas de votacion.

Una vez alli, los necesarios tramites de verificacion de documentos y el acceso a la maquina se realizaron ordenadamente y siempre tuvimos la oportunidad de ventilar cualquier duda que tuvieramos.

Habia una maquina de votacion habilitada donde solicitos y pacientes voluntarios explicaban a quienes lo requirieran todo el proceso de ejercer el voto. Asistencia que tambien estaba disponible en el momento de votar --con dos testigos-- en el caso de ser solicitado por el votante.

Una vez frente a maquina, que me fue activada en mi presencia, comence por elegir entre tres idiomas: ingles, español y creole ( la ultima vez me dio la gana de votar en creole ).

Todos los temas-candidatos aparecian claramente siguiendo las elementales indicaciones que me daba la pantalla. Yo solamente debia oprimir con mi dedo la opcion que elegia en la pantalla. Como si hubiera regresado a mis años de kindergarten...

Al final, pulse para revisar todo por lo que habia votado, lo que hice detenidamente. Siempre con la posibilidad de cambiarlo en parte o totalmente, empezando de nuevo. Nadie estuvo apurandome con palabras o con su sola presencia cerca de mi.

Gracias a Dios mi cerebro mantiene su lucidez y mi entrenamiento en esta Peña me ha agilizado en este menester de expresarme con mi dedo ante una computadora.