Economía
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De anarquistas y liberales
Enviado por el día 17 de Junio de 2003 a las 07:25
No todos los anarcocolectivistas quieren destruirlo todo. Quitando a los insurreccionalistas y algún que otro nihilista, primitivista o muchachito gritón empeñado en revivir la lucha de clases, la mayoría son personas razonables. Aunque ciertamente su ideal último es el comunismo libertario y repartir a cada cual según su necesidad, son conscientes de que en la práctica tendrán que admitir algo o mucho de mercado y dejar que se reparta según las obras; y con todo ello están dispuestos a tolerar la existencia del dinero (aunque no la existencia de una moneda única), algunas formas de propiedad privada (junto al usufructuo y la posesión), y ninguno niega la necesidad de las leyes y el derecho (aunque sostienen que deben ser creadas y defendidas a través de la democracia directa y tribunales y milicias populares, no a través de parlamentos y monopolios legales de la fuerza). En cuanto a la moral... son extremadamente moralistas: hasta matar un gusano les provoca remordimientos (ya no hablemos de las guerras, la pena de muerte, el racismo, el sexismo, etc).
Si llegara a existir una sociedad anarquista, los anarcocapitalistas podríamos convivir bastante bien con los anarcocolectivistas (siempre que seamos suficientemente pragmáticos y nos deshagamos, cada bando, de nuestra porción de fundamentalistas). Las cooperativas, empresas autogestionarias y comunas voluntarias serían bienvenidas (y muy deseables) dentro de una economía anarquista de mercado. Podríamos probar la democracia directa, a ver qué tal resulta; y podríamos ensayar, asimismo, sistemas de trueque, "local moneys", bancos mutualistas, usufructuos, federaciones de comunidades, etc. Mientras la ley esté suficientemente clara y se respete la propiedad privada tanto como las propiedades comunales, no veo ningún problema de convivencia. Los anarcocolectivistas, por su parte, tendrían que tolerar la competencia (no la dominación) de nuestras "agencias privadas de protección" a sus "milicias populares", o la de nuestras compañías aseguradoras a sus mutualidades, o la de nuestras firmas privadas a sus empresas colectivas. Ya en la práctica se verá qué es mejor, no sólo en cuanto a su "productividad", sino también en cuanto al servicio que prestan a sus clientes y la dignidad que ofrecen a sus trabajadores. La competencia siempre será buena... hasta para los colectivistas.
Hoy en día, quizá lo único en que diferimos fuertemente los a-cappies y los a-commies es en los métodos de lucha. Es decir, en cuanto a la manera de abolir el actual complejo capital-estatalista que nos agobia y llegar a una sociedad anarquista. Lo cual es grave, puesto que el *cómo se llegue* determinará en gran medida el *cómo será*. Los anarcocolectivistas quieren emplear la violencia: revolución social, huelgas, boicots, okupaciones, Black Blocks, etc. Los anarcocapitalistas creemos que, si bien la violencia es moralmente válida muchas veces, generalmente los resultados causan más problemas que los que resuelven, y al final lo que provocan es más estatismo y más intervención de los gobiernos (las grandes luchas sociales de las que tanto se enorgullecen los anarcocolectivistas no han tenido como efecto más libertad o más dinero para los trabajadores y marginados, sino más impuestos y más regulaciones: es decir, más estatismo). Tampoco creemos (con la excepción de los del Libertarian Party) en los métodos que proponen los liberales: partidos, elecciones, parlamento, todo lo cual no conduce a la democracia real, sino, en el mejor de los casos, a una especie de oligocracia consensual. Así pues, creemos (o al menos eso creo yo) que el mejor método de lucha no es ni la violencia ni las elecciones, sino evadir los más impuestos que se pueda y a la vez crear redes de empresas privadas (individuales o colectivas) que vayan convirtiendo a los gobiernos en entes inútiles o ineficaces (p. ej., consultorías fiscales que ayuden a la gente a pagar menos impuestos y no ir a la cárcel, agencias de protección, administradoras de fondos para el retiro, mutualidades de seguros, medios de comunicación... ).
En cuanto a los liberales... no sé, si también se deshacen de su porción de fundamentalistas, supongo que podrían aliarse con los anarquistas de ambos bandos y ensayar algunas o muchas de sus ideas y métodos. Y podrían ensayar también (para convencer a sus nuevos aliados anarquistas) alguna especie de gobierno ultramínimo como el que propone Nozick, un gobierno al que la gente se asocia no obligatoria, sino voluntariamente. Creo que es conveniente para los liberales que den este paso. Si no, seguirán siendo vistos por el pueblo y por los intelectuales como conservadores o reaccionarios. O, en el mejor de los casos, permanecerán como hasta el día de hoy: ignorados.
Si llegara a existir una sociedad anarquista, los anarcocapitalistas podríamos convivir bastante bien con los anarcocolectivistas (siempre que seamos suficientemente pragmáticos y nos deshagamos, cada bando, de nuestra porción de fundamentalistas). Las cooperativas, empresas autogestionarias y comunas voluntarias serían bienvenidas (y muy deseables) dentro de una economía anarquista de mercado. Podríamos probar la democracia directa, a ver qué tal resulta; y podríamos ensayar, asimismo, sistemas de trueque, "local moneys", bancos mutualistas, usufructuos, federaciones de comunidades, etc. Mientras la ley esté suficientemente clara y se respete la propiedad privada tanto como las propiedades comunales, no veo ningún problema de convivencia. Los anarcocolectivistas, por su parte, tendrían que tolerar la competencia (no la dominación) de nuestras "agencias privadas de protección" a sus "milicias populares", o la de nuestras compañías aseguradoras a sus mutualidades, o la de nuestras firmas privadas a sus empresas colectivas. Ya en la práctica se verá qué es mejor, no sólo en cuanto a su "productividad", sino también en cuanto al servicio que prestan a sus clientes y la dignidad que ofrecen a sus trabajadores. La competencia siempre será buena... hasta para los colectivistas.
Hoy en día, quizá lo único en que diferimos fuertemente los a-cappies y los a-commies es en los métodos de lucha. Es decir, en cuanto a la manera de abolir el actual complejo capital-estatalista que nos agobia y llegar a una sociedad anarquista. Lo cual es grave, puesto que el *cómo se llegue* determinará en gran medida el *cómo será*. Los anarcocolectivistas quieren emplear la violencia: revolución social, huelgas, boicots, okupaciones, Black Blocks, etc. Los anarcocapitalistas creemos que, si bien la violencia es moralmente válida muchas veces, generalmente los resultados causan más problemas que los que resuelven, y al final lo que provocan es más estatismo y más intervención de los gobiernos (las grandes luchas sociales de las que tanto se enorgullecen los anarcocolectivistas no han tenido como efecto más libertad o más dinero para los trabajadores y marginados, sino más impuestos y más regulaciones: es decir, más estatismo). Tampoco creemos (con la excepción de los del Libertarian Party) en los métodos que proponen los liberales: partidos, elecciones, parlamento, todo lo cual no conduce a la democracia real, sino, en el mejor de los casos, a una especie de oligocracia consensual. Así pues, creemos (o al menos eso creo yo) que el mejor método de lucha no es ni la violencia ni las elecciones, sino evadir los más impuestos que se pueda y a la vez crear redes de empresas privadas (individuales o colectivas) que vayan convirtiendo a los gobiernos en entes inútiles o ineficaces (p. ej., consultorías fiscales que ayuden a la gente a pagar menos impuestos y no ir a la cárcel, agencias de protección, administradoras de fondos para el retiro, mutualidades de seguros, medios de comunicación... ).
En cuanto a los liberales... no sé, si también se deshacen de su porción de fundamentalistas, supongo que podrían aliarse con los anarquistas de ambos bandos y ensayar algunas o muchas de sus ideas y métodos. Y podrían ensayar también (para convencer a sus nuevos aliados anarquistas) alguna especie de gobierno ultramínimo como el que propone Nozick, un gobierno al que la gente se asocia no obligatoria, sino voluntariamente. Creo que es conveniente para los liberales que den este paso. Si no, seguirán siendo vistos por el pueblo y por los intelectuales como conservadores o reaccionarios. O, en el mejor de los casos, permanecerán como hasta el día de hoy: ignorados.
Re: De anarquistas y liberales
Enviado por el día 17 de Junio de 2003 a las 11:30
Estoy más o menos de acuerdo con lo que dices. Si existe posibilidad de elección (trabajar para un patrón, trabajar por tu cuenta, trabajar con tus iguales, no trabajar), cada cual que elija lo que más le apetezca o más le convenga. Lo que ocurre ahora es que no hay posibilidad de elección, y todo se reduce a la misma cosa: trabajar en un marco de reglas en las que una parte se ve más favorecida que otra. El cómo conseguir ese marco de libertad, es otro problema. Dices que la fuerza no lleva a ninguna parte, porque crea más problemas de los que soluciona. Dices además que los anarcocolectivistas quieren emplear la violencia: revolución social, huelgas, boicots, okupaciones, Black Blocks, etc. Pues yo no creo que eso que mencionas concretamente, sea violencia. ¿Hacer una huelga es violento? No es más que el derecho del trabajador a uno de los privilegios que debería poseer: no trabajar. Violento es más bien, tener que soportar una carga policial, ser detenido, sufrir la paliza en el furgón, pasar a comisaría, sufrir otra paliza esta vez más científica brutal y duradera, sin agua, sin comida, meándote en los pantalones, mientras se te interroga sobre hechos absurdos, mientras recibes amenazas, mientras se te chantajea con la familia, mientras suceden cosas terribles que terminan por hacerte desear la muerte con una intensidad difícil de explicar. Violencia es a continuación ver cómo te acusan de resistencia a la autoridad, desórdenes públicos, y de lesionar a policías en los nudillos de las manos. Violencia es que te vea el médico forense, y determine que te has autolesionado. Violencia es enfrentarte a un proceso judicial en el que el juez se ríe de tus partes médicos y de la lógica que dice que un hombre no puede lesionar a siete bien armados. Violencia es ser condenado, y sufrir una pena de prisión condicional (que te hará ser mucho más cauto en el futuro), y una multa que te obliga a hipotecarte para pagarla. Violencia es, mientras tanto, sufrir un despido disciplinario y verte en la calle sin medios de subsistencia. Violencia es tenerte que ir a casa humillado, derrotado por fuerzas que presumen de invencibilidad. Violencia es que luego la gente no te crea, o si te cree, simplemente se encoja de hombros. Eso, es violencia. No hacer una huelga. Comprenderás, William, que un hombre que sufra ese proceso que te he descrito en manos de un Estado de Derecho, si tiene una cabeza sobre los hombros, desconfiará y despreciará este sistema, y cuando vea alzarse columnas de humo, las mirará, tal vez no con alegría, pero sí con imperturbable flema. Es sólo un caso. Otra gente tendría cosas peores que contar, si tuvieran ordenador y supieran escribir. Violencia es que los trabajadores, los pobres, las personas que lo hacemos todo, tengamos que soportar que intelectuales que no saben ni poner una regla a nivel, digan qué cosas nos convienen, nos impongan sus ilustrados planes que nos llevan del paro a la precariedad en ciclos sucesivos, y encima cobren por ello. Muchas gracias.
Respecto a si la violencia es moralmente válida o no, yo no lo sé. Sé que a mí no me gusta. Pero hay una cosa que está muy clara. El liberalismo, el socialismo, el anarquismo, el fascismo y todos esos ismos del mundo moderno, surgieron de la Ilustración francesa y escocesa. Tenemos los mismos antepasados. Esas ideas que pululaban en esa época, dieron cobertura a las revoluciones francesa, inglesa y americana. Y el fin del mundo feudal, se gestó bajo la cuchilla de la guillotina y las picas del pueblo de París. No sé si las cosas fueron después a mejor o a peor, ya que no viví en esa época, pero lo que sí es seguro, es que algunas personas sacaron grandes tajadas de ese evento sanguinario.
Un saludo William, y recuerdos a los del foro de "capitalismo asesino".
Respecto a si la violencia es moralmente válida o no, yo no lo sé. Sé que a mí no me gusta. Pero hay una cosa que está muy clara. El liberalismo, el socialismo, el anarquismo, el fascismo y todos esos ismos del mundo moderno, surgieron de la Ilustración francesa y escocesa. Tenemos los mismos antepasados. Esas ideas que pululaban en esa época, dieron cobertura a las revoluciones francesa, inglesa y americana. Y el fin del mundo feudal, se gestó bajo la cuchilla de la guillotina y las picas del pueblo de París. No sé si las cosas fueron después a mejor o a peor, ya que no viví en esa época, pero lo que sí es seguro, es que algunas personas sacaron grandes tajadas de ese evento sanguinario.
Un saludo William, y recuerdos a los del foro de "capitalismo asesino".
Re: De anarquistas y liberales
Enviado por el día 17 de Junio de 2003 a las 13:04
Bueno, esta claro qu en el anarcocolectivismo siempre existiria algo de mercado, como minimo el necesario para realizar intercambios con otros tipos de sociedades. Ademas con una definicion suficientemente extensa del termino mercado, se podria considerar una economia de mercado ya que esta basado en acuerdos (lo que evidentemente implica negociacion).
Respecto a la convivencia entre anarquistas y anarcocapitalistas el unco problema que veo es que los ultimos tienen un concepto distinto del derecho de asociacion (que por supuesto incluye el derecho de secesion) lo que podria traer algun problema. Sin embargo, creo que si los anarcocapitalistas no fuesen hegemonicos esto se podria arreglar de alguna menera.
Respecto a los liberales, la verdad es que les veo poco futuro ya que la mayoria que se denominan asi son conservadores que han adoptado un barniz liberal. (basta leer frecuentemente www.libertaddigital.com, para comprobarlo)
Harian muy bien la minoria liberal en distanciarse de la mayoria conservadora. ¿Como?. No se, podrian probar las sugerencias de William. Pero en todo caso, es asunto suyo.
Respecto a la convivencia entre anarquistas y anarcocapitalistas el unco problema que veo es que los ultimos tienen un concepto distinto del derecho de asociacion (que por supuesto incluye el derecho de secesion) lo que podria traer algun problema. Sin embargo, creo que si los anarcocapitalistas no fuesen hegemonicos esto se podria arreglar de alguna menera.
Respecto a los liberales, la verdad es que les veo poco futuro ya que la mayoria que se denominan asi son conservadores que han adoptado un barniz liberal. (basta leer frecuentemente www.libertaddigital.com, para comprobarlo)
Harian muy bien la minoria liberal en distanciarse de la mayoria conservadora. ¿Como?. No se, podrian probar las sugerencias de William. Pero en todo caso, es asunto suyo.
Re: Re: De anarquistas y liberales
Enviado por el día 17 de Junio de 2003 a las 14:34
A mí la alianza de anarcolectivistas y anarcocapitalistas me parece positiva. Es una idea brillante, y sería muy instructivo que convivieran sociedades anarquistas de ambos tipos. El problema es que las primeras son utópicas, ya que se basan en una idea equivocada de lo que es el hombre y la sociedad. Pero bueno, quizás por ese lado se podrían abrir puentes de entendimiento entre anarquistas colectivistas y anarquistas liberales o capitalistas.
Re: Re: De anarquistas y liberales
Enviado por el día 18 de Junio de 2003 a las 01:37
Yo diría que basta con leer cualquiera de las secciones estables de este sitio...
Re: Re: Re: De anarquistas y liberales
Enviado por el día 18 de Junio de 2003 a las 08:14
No crea Vd. Don Martín, que sólo por leer las secciones estables de este sitio, uno acaba siendo liberal o cualquier otra opción de las que corretean por el mundo. Si acaso, leyendo se comprenden mejor las cosas. Que tenga Vd. buen día.