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Bitácora de Daniel Rodríguez Herrera

Me pasa Alberto Illán el meme literario. Como verán, son bastante poco selectos; quitando la excepción inevitable, nada tiene más de un siglo de antigüedad. Ahí va, sin más dilación:

1) La gran mascarada, de Jean François Revel. Sin ese libro, esta web no existiría, no trabajaría ni escribiría en Libertad Digital; sería un ingeniero informático iletrado en política y economía.
2) La edad de oro de la ciencia ficción, varios autores, selección de Isaac Asimov. A comienzos de mi adolescencia, no me gustaba la ciencia ficción. Aquello cambió al leer esta colección de relatos. Muchos no son especialmente buenos y casi todos apestan a antiguo, pues son relatos publicados en los años 30, antes de que Heinlein, Clarke y el propio Asimov entraran en escena.
3) Conflicto de visiones, de Thomas Sowell. Todos conocéis mi debilidad por este autor. Este es su único título traducido al español, algo que en principio hay dos editoriales dispuestas a cambiar, y quizá su libro más importante y, sobre todo, más universal. Me ayudó a entender mejor mi forma de pensar y la de los demás, que no es poca cosa.
4) La Biblia. No creo que haya que aclarar mucho de esto, la verdad...
5) El médico, de Noah Gordon. Una novela bastante culpable de aficionarme a la lectura.
6) La economía en una lección, de Henry Hazzlit. Me descubrió que la economía no era algo especialmente obtuso ni difícil de entender.
7) Fundación, de Isaac Asimov, fue lo primero que leí del que sigue siendo mi autor preferido de mi género predilecto y que fue casi lo único que me compré durante un par de años.
8) El señor de los anillos, de J. R. R. Tolkien. Lo habré leído completo una decena de veces, más o menos. Es un vicio que he dejado, más o menos, cuando se lo presté a un sobrino y me lo devolvió desvencijado, el muy...
9) Camino de servidumbre, de F. A. von Hayek. El primer libro que leí de un autor de la escuela austriaca. Pese a que la claridad brilla por su ausencia en él, es fácil ver por qué sigue teniendo tanta influencia. Una vez quitada la paja del lenguaje difícil, ofrece una explicación difícilmente refutable de por qué la planificación centralizada es inevitablemente tiránica. Debería repartirse en las puertas de las sedes de los partidos comunistas, para que las abandonaran los ingenuos y se quedaran sólo los malos.
10) Tiempos modernos, de Paul Johnson. Muchos no hicimos la LOGSE, pero tampoco en épocas anteriores las clases de historia lograban llegar jamás al siglo XX. Pese a algunas opiniones discutibles, un libro de divulgación de nuestra historia más reciente difícil de superar.

El testigo lo paso con curiosidad a Egócrata, Gulliver o Carmen (por cierto, actualicen sus favoritos que se ha mudado), que me parece interesante saber qué me leen los redprogresistas más razonables.